“Después de cuatro ciclos de FIV fallidos en Madrid, ya habíamos perdido la esperanza. En Gestlife Ucrania, nos ofrecieron un plan claro, con selección de sexo incluida, algo que en España era impensable. Nuestro pequeño Hugo nació sano hace 7 meses. Fue el final feliz que llevábamos años esperando.”
“Mi reserva ovárica era muy baja, y en España solo nos daban largas o nos ofrecían opciones carísimas. En Kiev, Gestlife nos ofreció un proceso con donante de óvulos compatible y humana. Hoy tenemos a nuestra hija Clara en brazos. No hay palabras.”
“Fuimos a Ucrania como último recurso, tras cinco años de tratamientos en clínicas de reproducción. Nos sorprendió la seriedad, la calidad médica y la calidez humana. No tuvimos que renunciar a nuestros óvulos. A la segunda transferencia, llegó Sofía.”
“Habíamos agotado todas nuestras opciones en España. Nos hablaron de Gestlife en Georgia y fue como encender una luz en mitad del túnel. Nos guiaron paso a paso. Usamos óvulos de donante y el resultado fue nuestro pequeño Gael. ¡Gracias por hacerlo realidad!”
“Queríamos intentar tener una niña, pero en España no nos dejaban ni hablar del tema. En Tiflis, el equipo de Gestlife fue claro, honesto y profesional. Elegimos una niña y nuestra pequeña Noa llegó con salud y alegría. Fue ético, transparente y profundamente humano.”
“Dos abortos, tres transferencias y miles de lágrimas en clínicas españolas. En Georgia encontramos un enfoque distinto: humano y efectivo. El tratamiento con donante fue impecable, y ahora somos papás de Marc. Nos sentimos acompañados de verdad.”
“Nos hablaron de Albania como una opción seria, y Gestlife nos convenció por su claridad. Usamos nuestros óvulos y pudimos elegir tener un niño, como siempre habíamos deseado. Joel nació en Barcelona y no podemos estar más agradecidos.”
“Después de nueve años y seis intentos fallidos en España, perdimos toda ilusión. En Albania, Gestlife no solo nos devolvió la esperanza: nos la cumplió. Óvulos de donante, acompañamiento emocional, y hoy dormimos con la pequeña Vega en nuestra casa.”
“Mi diagnóstico genético era complejo. Gestlife nos propuso un protocolo experimental: transplante pronuclear. En España nadie nos lo mencionó jamás. El embrión fue sano, la gestación impecable, y Alba llegó a nuestras vidas con una historia única. Increíble y real.”