Ser madre sustituta o madre en gestación subrogada es un acto de amor inmenso. Y aunque el embarazo trae consigo cambios físicos y emocionales, mantenerse activa es una de las mejores formas de disfrutar esta etapa con energía y bienestar. La buena noticia es que no se necesita ser atleta olímpica para lograrlo: con ejercicios suaves, seguros y hasta divertidos, se puede cuidar del estado físico, el ánimo y al mismo tiempo apoyar el desarrollo del bebé.
El ejercicio durante el embarazo no solo ayuda a controlar el aumento de peso, también mejora la circulación, reduce dolores musculares, fortalece la postura y prepara el cuerpo para el parto. Además, genera endorfinas, las llamadas “hormonas de la felicidad”, perfectas para atravesar el viaje de la maternidad sustituta o gestación subrogada con buen ánimo.
Eso sí: antes de iniciar cualquier rutina, es fundamental contar con la aprobación del médico que supervisa el embarazo. Cada cuerpo es distinto, y la seguridad de ambos –madre en gestación subrogada y bebé– siempre es lo primero.
Un clásico que nunca falla. Caminar 20 a 30 minutos diarios, a paso cómodo y en espacios ventilados, es suficiente para mantener la circulación activa y despejar la mente durante la gestación subrogada. Puedes hacerlo escuchando tu música favorita o un podcast relajante. Es ideal para madres sustitutas que buscan un ejercicio seguro y adaptable a cualquier etapa del embarazo.
Dedicar 10 minutos al día para estirar cuello, hombros, espalda baja y piernas ayuda a reducir la rigidez y el dolor. Estos movimientos fáciles son perfectos para las madres en embarazo subrogado, ya que alivian la tensión muscular y mejoran la postura sin riesgo. Son como un “reset” para el cuerpo.
El yoga adaptado al embarazo es una joya para las madres sustitutas en gestación subrogada. Combina respiración, equilibrio y relajación, lo que ayuda a dormir mejor, mejora la flexibilidad y reduce la ansiedad. Lo ideal es practicar con instructores especializados en yoga prenatal o seguir clases en línea diseñadas específicamente para embarazadas.
El agua aligera el peso del cuerpo y permite moverse con mayor libertad. Nadar o simplemente caminar en la piscina ayuda a fortalecer músculos y aliviar la presión en las articulaciones. Para una madre en gestación subrogada, este tipo de ejercicio es muy beneficioso porque protege las articulaciones y brinda una sensación de ligereza y bienestar.
Sentarse sobre la pelota y balancearse suavemente fortalece el core y mejora la postura. Además, sirve para ejercicios de respiración y relajación, muy útiles en las últimas etapas de un embarazo por gestación subrogada. Esta herramienta es recomendada para madres sustitutas que buscan comodidad y seguridad en cada movimiento.
No todos los movimientos son recomendables para una madre en gestación subrogada. Es preferible evitar actividades de alto impacto, ejercicios con riesgo de caídas, abdominales intensos o levantar demasiado peso. Como el equilibrio cambia durante el embarazo, optar por rutinas suaves resulta siempre la alternativa más segura.
El embarazo como madre sustituta es una experiencia única que merece vivirse con alegría y cuidado. El ejercicio suave no solo mantiene el cuerpo fuerte, también ayuda a conectar con el bienestar emocional y mental. Lo importante no es la intensidad, sino la constancia y el disfrute.
En Gestlife acompañamos a cada madre sustituta en este camino, porque creemos que cuidar de sí misma es también una forma de cuidar al bebé que crece dentro de ella.