El proceso de gestación subrogada, también conocida como vientre de alquiler
Solía completarse en un plazo relativamente manejable de entre 18 y 24 meses. No obstante, la realidad de 2025 evidencia un cambio drástico: los tiempos se han alargado considerablemente. Las causas son múltiples y, en su mayoría, ajenas al control de los futuros padres. Comprender estos factores no solo permite ajustar expectativas, sino también gestionar mejor la incertidumbre y reducir el estrés emocional del proceso.
Golpe geopolítico: Ucrania y Rusia en el epicentro
Hasta hace pocos años, Ucrania representaba más de la mitad de las gestantes disponibles para un proceso de gestación subrogada en Europa. Su infraestructura médica, marcos legales accesibles y costes competitivos convirtieron al país en el principal centro neurálgico del turismo reproductivo. Pero la invasión rusa de 2022 cambió radicalmente el panorama. Clínicas cerradas, profesionales desplazados y una creciente inestabilidad obligaron a muchas agencias a buscar alternativas precipitadas.
En paralelo, Rusia, que había asumido temporalmente el rol de «relevo natural», se autoexcluyó con la promulgación de una ley en 2021 que prohíbe la participación de extranjeros en los programas del proceso gestación subrogada. Con la salida simultánea de ambos gigantes del mapa reproductivo europeo, el mercado quedó en una situación de escasez crítica.
Cómo te afecta:
En 2010, apenas el 5 % de las solicitudes de gestación subrogada procedían de hombres solteros o parejas del mismo sexo. Hoy, ese porcentaje se ha disparado al 53 %, según cifras consolidadas de diversas agencias internacionales. El cambio no es anecdótico: representa una transformación estructural en los perfiles de quienes recurren a un proceso de gestación subrogada para formar una familia.
Detrás de esta evolución se encuentra una realidad legal y social difícil de eludir. Para estos colectivos, la adopción internacional se ha vuelto casi inviable. Diversos países continúan aplicando restricciones —explícitas o veladas— que excluyen a personas solteras o a parejas homosexuales del proceso adoptivo. Ante este escenario, la maternidad subrogada ha emergido como la única vía realista para alcanzar la paternidad biológica.
Factores médicos de proceso de gestación subrogada: la naturaleza tiene su tempo
Matching multidisciplinar:
compatibilidad genética, médica y psicológica para un embarazo seguro.
Aplazar una transferencia embrionaria puede evitar abortos espontáneos o complicaciones obstétricas.
Razones para no enfadarte (y ganar en tranquilidad)
Un proceso de gestación subrogada que se extiende más allá de los 18 meses no debe interpretarse como un signo de ineficiencia, sino como una respuesta estructurada y consciente ante un entorno global en constante transformación. Lejos de ser una demora arbitraria, cada mes adicional refleja una cadena de medidas diseñadas para blindar la seguridad jurídica del proceso, preservar la salud física y emocional de la gestante, y garantizar el bienestar del futuro niño.
En un contexto marcado por cambios legislativos, tensiones geopolíticas y una creciente presión sobre los recursos médicos disponibles, las agencias responsables han optado por priorizar la calidad sobre la velocidad. Protocolos más rigurosos, revisiones médicas exhaustivas y marcos contractuales más sólidos son hoy parte esencial del proceso.
El consejo para los futuros padres es claro: confíen en su agencia, mantengan la perspectiva y comprendan que cada paso, aunque más lento, está orientado a asegurar un resultado ético, legalmente válido y emocionalmente estable. Al fin y al cabo, el amor que aguardan compartir con su hijo no está sujeto a plazos administrativos.
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