
Imagina que estás al inicio de un viaje que puede cambiar la vida de muchas personas. Un momento preciso en el que la esperanza, la ciencia y la emoción se encuentran: ese momento es la transferencia de embriones en un proceso de gestación subrogada. Pero, ¿qué ocurre justo antes de ese instante clave? ¿Cómo se llega a él? Y sobre todo, ¿cómo puedes prepararte para que este paso tenga el mayor éxito posible? Vamos a desglosarlo de forma clara, directa y sin jerga complicada.
Este paso marca el momento en que la ciencia entra directamente en el proceso de llevar vida al útero de la gestante: los embriones ya han sido creados mediante fecundación in vitro (FIV), están listos, y se insertan en el útero de la mujer que llevará el embarazo.
Es un momento cargado de emoción, expectativas y también cierto nivel de incertidumbre. Si no se ha hecho la preparación correcta, las posibilidades de éxito pueden disminuir. Por eso es clave conocer los pasos, entender lo que ocurre antes, durante y después, y las decisiones que los padres intencionales y la gestante deben tomar.
Antes de que comience cualquier tratamiento, la gestante debe cumplir una serie de requisitos médicos, psicológicos y legales. Por ejemplo, en un proceso de gestación subrogada gestacional, la gestante debe someterse a pruebas médicas completas, informes psicológicos, y gimnasio legal para proteger tanto a ella como a los padres intencionales. Luego se hace la sincronización entre el ciclo de la gestante y el ciclo de la donante de óvulos o madre intencional (en su caso) para que el útero esté preparado para recibir el embrión al momento adecuado.
Mientras la gestante se prepara, los padres intencionales o la donante de óvulos (si aplica) pasan por estimulación ovárica, extracción de óvulos y fertilización en laboratorio para crear embriones.
Estos embriones pueden ser transferidos frescos o congelados para un ciclo posterior.
Uno de los aspectos fundamentales antes de la transferencia es que el útero de la gestante esté en las condiciones ideales: esto incluye que el revestimiento uterino (endometrio) tenga un grosor adecuado, que las hormonas estén reguladas, y que no haya factores que dificulte la implantación. Para ello se recurre a medicamentos hormonales (estrógenos, progesterona, a veces supresión ovárica) y controles ultrasónicos para verificar que todo esté listo.
El día de la transferencia es el día en el que el embrión ya creado se introduce en el útero de la gestante mediante un catéter fino guiado por ecografía. El procedimiento es relativamente rápido (10-15 minutos en muchos casos) y generalmente no requiere anestesia. Después, la gestante descansa y se le indica que evite esfuerzos intensos por unos días, aunque el reposo absoluto no siempre es obligatorio.
Una vez realizada la transferencia, comienza el llamado “espera de dos semanas” (two-week wait) hasta que se hace la prueba de embarazo por análisis de sangre (hormona hCG) para verificar si la implantación ha sido exitosa. Si el resultado es positivo, el seguimiento continúa; si no, puede contemplarse otro ciclo o transferencia de un embrión adicional.
Cuando se confirma el embarazo, la gestante ya entra en fase de cuidados prenatales, con ecografías, controles médicos, y coordinación con los padres intencionales y el equipo del centro de fertilidad. El nacimiento será el momento culmen de la trayectoria de gestación subrogada.
Para que este proceso tenga mayores posibilidades de éxito, es fundamental:
Si la prueba de embarazo no es positiva, puede reiniciarse otro ciclo de transferencia. Esto puede generar desgaste emocional para la gestante y para los padres intencionales. Es importante abordar este aspecto con apoyo psicológico.
También hay que considerar que pueden surgir complicaciones médicas o legales: por ejemplo, múltiples embriones transferidos pueden aumentar riesgo de embarazo múltiple, lo que conlleva mayores riesgos.
Por ello, valorar bien los riesgos y prepararse para distintas posibilidades es parte de una planificación sensata.

Cuando se analiza la gestación subrogada, encontramos varias ventajas que muchas parejas o personas ven como argumentos a favor de la gestación subrogada:
Por otro lado, también hay que tener en cuenta las desventajas de la gestación subrogada:
En el debate a favor de la gestación subrogada, los defensores señalan que la subrogación gestacional es una forma de solidaridad humana y de construcción de familias de modo ético y regulado. Los argumentos a favor de la gestación subrogada incluyen:
Al mismo tiempo, el debate sobre la gestación subrogada requiere reconocer los argumentos sobre la gestación subrogada que señalan riesgos, posibles abusos, explotación, o vacíos legales. Por eso es esencial trabajar con entidades profesionales, transparentes, reguladas, que cuiden los derechos y el bienestar tanto de la gestante como de los padres intencionales.
La transferencia de embriones es donde todas estas dimensiones convergen: el paso médico, la coordinación legal, el bienestar emocional, la esperanza de los padres y la generosidad de la gestante. Si todas las partes llegan bien preparadas a ese momento — la gestante con su útero listo, los padres intencionales con sus embriones y el equipo médico con el protocolo adecuado — se incrementan las probabilidades de que el proceso fluya de forma óptima.
Por el contrario, si la preparación falla (por ejemplo, el revestimiento no es adecuado, la sincronización falla, la gestante no está en condiciones óptimas), la transferencia puede no producir el efecto deseado. Y ahí entran las desventajas que mencionábamos.
La gestación subrogada es una alternativa cada vez más visible para construir familias cuando la gestación propia no es viable. Dentro de ese camino, el proceso de transferencia de embriones ocupa un lugar central, porque es el momento en que la ciencia se encuentra con la esperanza. Preparación adecuada, conocer cada paso, trabajar con profesionales competentes y manejar expectativas son pilares clave para que la transferencia funcione. Al mismo tiempo, es importante reconocer las ventajas, los argumentos a favor de la gestación subrogada y también entender las desventajas de la gestación subrogada para tomar una decisión informada.
Si estás considerando este camino o simplemente quieres informarte mejor, en nuestra página web puedes encontrar guías, soporte profesional y acompañamiento para que tu recorrido sea lo más claro y seguro posible.
¿Cuánto tiempo antes de la transferencia debe prepararse la gestante?
La gestante debe comenzar la preparación hormonal y de ciclo varios días o semanas antes de la transferencia. Se sincroniza su ciclo con el de la donante o madre intencional, y se regula su revestimiento uterino hasta que está listo para recibir el embrión.
¿Se utiliza siempre un embrión congelado o puede ser uno fresco?
Puede usarse un embrión fresco o uno congelado. Los embriones congelados (FET) se están volviendo más comunes porque permiten mayor flexibilidad y, según algunas clínicas, mejores resultados.
¿Cuánto dura el procedimiento de transferencia? ¿Es doloroso?
El procedimiento dura aproximadamente entre 10 y 15 minutos, y normalmente no requiere anestesia. Las gestantes suelen describirlo como una molestia leve, similar a un ultrasonido vaginal.
¿Cuántos embriones deben transferirse?
La mayor parte de las clínicas recomienda transferir un único embrión para minimizar el riesgo de embarazo múltiple, a menos que haya razones médicas específicas.
¿Qué pasa si la transferencia no tiene éxito?
Si la prueba de embarazo sale negativa, el equipo médico evaluará las razones, se considerará la calidad del embrión, la preparación de la gestante, y se podrá planificar otro intento en un nuevo ciclo. Es importante tener contemplado este escenario emocionalmente.
¿Cuáles son los principales riesgos para la gestante en este proceso?
Los riesgos incluyen los típicos de un embarazo (como parto prematuro, complicaciones gestacionales), y en casos de embarazo múltiple estos riesgos aumentan. Por ello, la preparación, el control y una buena selección de gestante son vitales.